jueves, 23 de abril de 2009

Adrenaline pure 100%

No llego a entender muy bien el porqué, seguramente porque te lo encuentras en cada esquina, pero Nueva Zelanda es el país de los deportes de riesgo y aventura. Si has venido a NZ pero no has hecho ninguna actividad especial, es que te has perdido una parte fundamental del país. Todas las mismas actividades se pueden hacer en España, pero aquí las promocionan mucho y les funciona. Realmente en cada rincón puedes saltar desde un avión, hacer rafting o cualquier otro deporte…

En Auckland, en la misma ciudad, te vas encontrando cosas que hacer. Te puedes tirar desde la Skytower agarrado a un arnés o puedes sentarte en un sillón que te propulsa a gran altura sin ningún problema. Que por cierto, esta última actividad se encontraba justo enfrente de la ventana de la habitación de mi backpacker por lo que tenías el placer de oír gritos todo el día y parte de noche…

Y en el país de la adrenalina, está Queenstown. Se trata de una ciudad que vive alrededor de sus estaciones de esquí y de este tipo de deportes. Todo el mundo que ha estado en NZ le encanta esta ciudad, y tiene sus razones. Agradable, bonita y sobre todo, mil cosas que hacer… hasta lo que tu dinero te permite. En esta ciudad AJ Hackett es un ídolo, y una empresa. Este hombre fue el que en 1886 saltó desde la Torre Eiffel. La empresa tiene 3 puntos para hacer bungee jump: el más alto de NZ a 143m del suelo, uno sobre la propia ciudad y el tercero sobre el río Karawau. Este tercer sitio fue el primer commercial bungee jump site del mundo. Hasta llegar a Queenstown, siempre había dicho que nunca en mi vida haría puenting. Pero con mi nueva teoría de “si haces las cosas, hazlas a lo grande”, como me enteré de que en este lugar fue el primer sitio de puenting en el mundo pues… reservas, vas y saltas… Bueno, la verdad que entre vas y pagas hay un buen momento en el que estás ahí arriba pensando en al estupidez que hiciste, pero en cuanto saltas, la sensación de adrenalina es tan buena y grande que cuando llegas abajo sólo puedes pensar en cuando será el siguiente…

Desde hace muchos años quería hacer rafting, de hecho, si mi querido hermano lee estas líneas me gustaría recordarle que aún le debo un día de rafting. Y cuando decidí venir de visita a NZ, una de las cosas que sabía es que aquí había mucho de ello. Pero cual fue mi sorpresa cuando me enteré que había dos tipos: white-water rafting y black-water rafting. Al suponer, por razones obvias, que el white era el normal, me preguntaba que cual era el black, hasta que descubrí que era en una cueva. No es lo mismo que el white-water rafting (este es el que comúnmente en España llamamos rafting). Primero, es en una cueva y luego se podría definir como una mezcla de espeleología y rafting. Osea, raptando en el agua por pasadizos estrechos, escalando para alcanzar la primera parte, tirándote desde 3 metros de culo con un flotador incrustado, deslizándote por un tobogán “natural”… y todo esto, en un agua helada y con vistas a miles y miles de glow-worms que habitan la cueva (no tengo ni idea de cómo se llama este animal en español, así que lo podéis buscar). Estando en la cueva totalmente a oscuras, parece como si estuvieras viendo miles de estrellas.

Costó un poco decidirse en si hacer black o white-water rafting. Cada uno tenía sus pros y contras. El black que es casi único de NZ por lo que con pocas oportunidades por el momento de hacerlo en otro sitio. El white que llevas años deseando hacerlo. Como la decisión era tan dura, decidí hacer los dos. Así que tras el Black-water rafting en Waitomo Caves, hicimos White-water rafting en el Kaituna River, cerca de Rotorua (pero lo suficientemente lejos como para que ya no oliera mal…). El rafting fue sensacional, quizá un poco lento entre rápidos, pero estos eran muy buenos y especialmente buena era una cascada de 7m de la cual sigo planteándome como fue posible volver a salir a la superficie en la neumática!

Así que nada, entre estas cosas y sintiéndome David Cal en el C-1 en el Abel Tasman National Park con el kayaking o sufriendo por mis dedos de los pies en el Franz Joseph Glacier como Juanito Oyárzabal, la visita a Kiwiland se convirtió en toda una aventura.

1 comentario:

alvarom dijo...

los glow worm en español se llaman gusiluz! igual no los conociste, pero yo tuve uno,era un muñeco gusano luminoso...
que foto la del bungee, me caguen la leche, como mola tenr una foto asi...yo quiero una