martes, 3 de febrero de 2009

From Larry to Judas


Km done: 1.535
N of days: 5

Dejamos atrás Adelaide tras la “operación” a la que se sometió Simone al tener que quitarse el piercing que tenía porque su cuerpo lo rechazaba (si es que a veces el cuerpo es más listo que la mente…)

Nuestra siguiente ciudad era Melbourne, pero antes por suerte, para amenizar los kilómetros, hay unas cuantas paradas obligadas.

La primera de ellas, y a pesar que Simone no quería, era parar para conocer a Larry, the Big Lobster. Desde que estuve en AQWA (cf. capítulo) y vi una langosta enorme, tengo un antojo horrible de comerme una (y lo sigo teniendo por ahora…). Siempre acabo recordando a Tenazillas, la langota de Homer… Vale, como podéis apreciar en la foto, la atracción turística es lamentable, pero por algo es, según mi biblia Lonely Planet, la atracción de peor gusto de South Australia.

Tras Larry y la muy bonita Mount Gambier, SA también pasó a la historia tal y como semanas antes lo había hecho WA, y nos adentramos en Victoria, con The Grampians como primer destino. Se trata de unas montañas, en la que la ciudad principal es la acogedora y preciosa Halls Gap. Tras dejar bien claro en la tourist office que habíamos viendo aquí por las vistas no por el bushwalking, descubrimos porque es tan famoso y visitado este lugar. Y es que lookouts como The Balconies o cataratas como McKenzie no se ven todos los días…

Si en Esperance, la carretera que recorrimos la llaman la Great Ocean Drive (que lo era), en Victoria, la suya deberían llamarla la Wonderful Ocean Road. Sin embargo, el nombre es el mismo. Se trata de una carretera (de ahí el nombre de “road”) que va de Warrnamboll hasta Torquay (ciudad del surf que merecerá un post especial) y por el camino pasas por la Shipwreck Coast (costa de los naufragios) con espectaculares lookout como Loch Ard Cliff or London Cliff. Pero, sin lugar a dudas, el punto más espectacular es Twelve Apostles, que son formaciones erosionadas por el océano y el viento a lo largo de los años (¿se nota que son mis propias palabras eh?). Aunque hoy en día, tan sólo quedan 6… Y por supuesto, Simone y yo hemos apostado sobre cual será la siguiente en caer… y cuando eso ocurra, tendremos que volver para comprobarlo in situ…

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