Travelling to Monkey Mia

Y esta vez toco viajar por… la Mancha! Como podéis admirar en la foto, la A3 no tiene nada que envidiar a algunas carreteras por las que he pasado… si no fuera por todo lo demás. Esta vez, toco un viaje de 4 días, en el que se hicieron 2.150km, y conduciendo yo siempre (alquilamos un van, osea una furgo y para conducirla tienes que tener 25 años, y de todos los que fuimos, sólo yo los tenía). Y claro, con tanta carretera, ¿cómo amenizar el viaje? Pues haces apuestas con tus colegas de cuantos canguros muertos te vas a cruzar en la carretera hasta Monkey Mia. Afortunamente para mí, y desafortunadamente para los canguros, gané la apuesta: fueron 12!

Acerca del viaje, mil cosas interesantes que se podrían contar. Mil sitios por los que decidí venir a Australia y no irme a Inglaterra u otro país anglosajón.

Día 1: Primera parada, Lancelin a hacer sandboarding. Deporte conocidísimo por supuesto! Como os podéis suponer, es como el snowboard, pero en sand, es decir, en arena ;-) Muy difícil, sobre todo que nunca he hecho snow (y los que lo había probado decían que era más difícil que el snow), pero al final, cuando consigues hacerte unas bajadas, mola mogollón. Después de realizar varias paradas en playas paradisíacas, Pinnacles. Pinnacles está en el Nambung National Park y es básicamente un desierto en el que hay piedrolos. Si vas a Monkey Mia, debes pararte, pero tampoco merece tanto la pena. Como anécdota, el Nambung National Park está justo al lado de la localidad en honor de nuestro escritor más famoso: Cervantes (qué menos con los paisajes de la Mancha!).

Día 2: Tras pasar la noche en un hotel muy bonito en Dongara, donde por primera vez aquí dormí en una cama doble para mí solita (esto de ser la conductora tenía que tener alguna ventaja), nos dirigimos a Kalbarri y su famoso Kalbarri National Park donde se encuentra el Murchison River que ha formado un cañon espectacular por ahí. Además, en este National Park, vas conduciendo por tierra lo que da un sentido más aventurero. Por el camino a Kalbarri, nos encontramos con una especie de lago en el que el agua es rosa en algunas partes! Este fenómeno se debe a los minerales del agua pero impresiona mogollón, sobre todo al principio cuando seguía con mis gafas de macarra de cristal rosa… ;-) And finally, in the evening, we arrived to Monkey Mia! A pesar de llegar a las 8.30pm, ese día no pudimos cenar porque todo estaba cerrado, así que nos tuvimos que conformar con unos peanuts y cookies que teníamos en el coche…

Día 3: Visit of Monkey Mia, donde a pesar de su nombre, lo típico es ver a primera hora de la mañana delfines, que se acercan a la orilla a saludar (vamos, que como les dan de comer, tontos no son tampoco). A pesar de ser un destino MUY famoso, la verdad es que Monkey Mia en sí es un poco decepcionante si no sales de esa playa. Es un resort puramente turístico. Si te alejas un poco dando un paseo, si que la playa es mucho más espectacular. O si tienes la suerte o desgracia de ver una raya en la misma orilla, también mejora la cosa (desgracia porque te das cuenta de donde te estás bañando… ay!) El mismo día, visitamos en los alrededores: Denham con su playa de agua cristalina de diferentes colores (en la foto del barco, todo lo que veis más allá de la primera línea blanca es agua aunque parezca mentira!!!), François Péron National Park…

Día 4: Toco madrugar para ir a ver los delfines antes que se vuelva muy turístico. Osea, a las 6.30am en pie… ver un poco los delfines y a tomarte un café. Antes de coger carretera, nos paramos en Shell Beach. Una playa íntegramente compuesta por conchas! Es realmente alucinante. No tiene nada de arena. Las conchas están hechas pedacitos, y en algunas puntos de la playa (que es enorme), pueden llegar hasta a 10m de profundidad! Y ya de ahí, carretera y más carreteras de esas típicas de cómo te las imaginas en Australia: una interminable línea recta sin una sola curva durante decenas y decenas de kilómetros!

Pero sin lugar a dudas, los kilómetros tienen su recompensa…